Origen de todo:
Estudié Ilustración en la antigua Escuela de Artes y Oficios de Palma, hoy conocida como la Escuela Superior de Diseño. Este lugar, lleno de historia, me cautivó desde el primer momento. Tuve a Florentino Flórez como tutor, quien me «instigó» a realizar mi trabajo de fin de grado con caricaturas de personajes famosos. Fue allí donde descubrí el fascinante mundo de la caricatura y decidí dedicarme a ello.

Musos:
El descubrimiento de genios de la comedia como Agustín el Casta y Riki López fue motivador. En varias ocasiones, me encargaron caricaturas para los carteles de sus actuaciones, abriendo las puertas a futuros proyectos.

Un pincel sin fronteras:
En los últimos años, además de caricaturas, he trabajado en ilustraciones en otros campos. Colaboré en la creación de murales en Anantapur, India, con la Fundación Vicente Ferrer, y también en Palma, rindiendo homenaje a mujeres astronautas en el Día de la Mujer.

Evolución y Renovación:
A lo largo del tiempo, mi estilo ha evolucionado manteniendo la esencia de mis inicios. He transitado desde el uso de técnicas tradicionales como tinta china, acuarela, gouache, pastel y carboncillo, hasta incursionar en técnicas digitales como Photoshop, Illustrator y Procreate. En la actualidad, combino lo digital con lo tradicional.

Un toque atemporal:
A pesar de los avances y cambios, continúo siendo fiel al lápiz y al papel, testigos de cada creación, ya sea en medio del caos de eventos o en la tranquilidad de mi estudio.

Intencionalidad y vocación:
Trabajar en una creación personalizada va más allá de un intercambio comercial; es una colaboración, una simbiosis entre el cliente y el artista. Es la oportunidad de ver cómo una idea, un recuerdo o un sentimiento se transforma, paso a paso, en una obra tangible, llena de vida y significado.